Al menos un 57,7% de las jóvenes han mantenido relaciones sexuales con otra persona sin ganas o por compromiso, estos datos los recoge un estudio realizado a mujeres entre los 18 y los 25 años por el Instituto de las Mujeres en julio de 2022. Este porcentaje hace saltar las alarmas en relación con la educación sexual que están recibiendo l@s jóvenes.

Esto puede deberse a las ideas inculcadas por la sociedad y vinculadas a roles y patrones de desigualdad de género, relacionado con la disponibilidad y la satisfacción de los deseos sexuales de la pareja, anteponiéndolos incluso a los propios. El 52% consideran que las relaciones erótico – heterosexuales están orientadas a satisfacer el deseo masculino.

Tal y como indica la investigadora Silvina Álvarez, “estos datos evidencian la clara visión falocéntrica y homófoba del pensamiento de l@s jóvenes, mostrando así el gran déficit en educación sexual que reciben.”

Predomina el miedo que sufren las jóvenes, tanto en contextos festivos y nocturnos como en espacios públicos. Un 68% de las jóvenes han sufrido comentarios machistas y violencia verbal hacia ellas en lugares públicos, generando así, el temor a sufrir algún tipo de violencia sexual en la calle o en el entorno cercano.

Estos datos muestran la urgencia en generar una conciencia global sobre la importancia de la educación sexual desde la perspectiva feminista para combatir y deconstruir estas ideas. Muchas de las jóvenes relatan que se sienten culpables y no expresan su inapetencia, por ello, es importante trabajar la sexualidad desde una perspectiva feminista, generando así información sobre los cuidados, la diversidad, el consentimiento, la satisfacción para todas las partes implicadas y tener un espacio seguro donde poder hablar y compartir esas experiencias. Queda en evidencia la necesidad de impartir una educación sexual feminista, siendo una herramienta fundamental para construir relaciones afectivo-sexuales libres, seguras e igualitarias; y luchar así, contra el conocimiento distorsionado de la sexualidad y de los estereotipos sexistas.

En este estudio también se refleja que la gran mayoría de las encuestadas recibió algún tipo de formación sexual en el centro educativo, pero el 34,8% careció del mismo. Demostrando de nuevo la importancia de recibir una educación sexual de calidad y la necesidad de realizarlo con carácter obligatorio por parte de los centros educativos, con un programa establecido que fomente la diversidad, bienestar y gestión emocional a partir de las relaciones sexuales, prevención de ETS, identidad de género, orientación sexual y métodos anticonceptivos, así como problemas que puedan surgir en las relaciones sexuales y sobre todo las violencias sexuales. Se trata así, de dar herramientas a los jóvenes para poder enriquecer su educación sexual y poder afrontar la sexualidad de la manera más saludable e informada posible.

En definitiva, estos resultados deberán servir para realizar autocrítica sobre la educación sexual que se imparte y la necesidad de generar espacios de conciencia sexual donde puedan tratarse, de manera libre, todas las dudas y experiencias de los jóvenes. Sin duda, para el Sistema Educativo esta asignatura está suspendida, habrá que deconstruir y volver a construir esta educación sexual desde un prisma feminista para que todes puedan generar aprendizajes igualitarios y tener una buena educación sexual.