Desde el pasado jueves 1 de junio de 2023, las personas que sufran un dolor menstrual incapacitante podrán solicitar la baja temporal.

Las nuevas bajas por dolor menstrual son un paso adelante en el reconocimiento de que la menstruación no es solo un «problema de mujeres», sino una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Hasta ahora el dolor menstrual ha sido minimizado, ridiculizado e incluso considerado como una excusa para la falta de productividad. Pero gracias a los avances en la comprensión de la salud menstrual y la lucha feminista, finalmente estamos empezando a cambiar esto.

Lejos de ser una cuestión superficial, estas bajas representan un avance significativo en el reconocimiento del dolor menstrual como una condición médica legítima. Es hora de romper los tabúes y abogar por una sociedad más inclusiva y empática.

La Dra. Carmen Martínez, ginecóloga reconocida en España y una ferviente defensora de la implementación de las bajas por dolor menstrual, ha abogado por el reconocimiento del dolor menstrual intenso como una condición médica válida que requiere atención y apoyo adecuados. A través de su trabajo clínico y su participación en investigaciones, ha brindado evidencia médica sólida para respaldar la implementación de bajas laborales por dolor menstrual en España.

A pesar de estos avances, aún existen desafíos en el camino. Los estereotipos arraigados y la falta de conciencia persisten en muchos entornos laborales y sociales. Algunos críticos argumentan que las bajas por dolor menstrual son excesivas o innecesarias, sin comprender la realidad del dolor y su impacto en la vida cotidiana de las personas.

Las nuevas bajas por dolor menstrual representan un paso importante. Es crucial cuestionar las normas patriarcales y luchar por la igualdad en todos los aspectos de la vida, incluida la salud menstrual. El respaldo de expertas en ginecología, como la Dra. Carmen Martínez, y las nuevas leyes que protegen estas bajas son evidencia de un cambio cultural positivo. No obstante, aún queda camino.