Estimada compañera,

El miedo que nos expresas es común a muchas compañeras, ya que las agresiones que podemos sufrir NO son aisladas y tienen una dirección muy concreta hacia las mujeres y géneros disidentes. La amenaza de esas violencias y la necesidad de protegerse es lo que nos lleva a buscar y desarrollar estrategias de autodefensa, tanto en el espacio público como privado.

No hay una única manera de defenderse, hay muchas maneras diferentes de hacerlo, pero has de saber que todas las respuestas son válidas frente a una agresión, sean con recursos físicos o verbales. Entendemos que, frente a una agresión, nos estamos defendiendo de la mejor manera que sabemos y podemos en ese momento de violencia hacia nosotras y, por eso, sea cual sea la decisión que tomemos para defendernos estará bien.

Por otro lado, también existen técnicas que se pueden aprender para defendernos tanto física como psicológicamente, que pueden mejorar nuestro empoderamiento personal y colectivo. Estas técnicas las puedes entrenar en grupos de autodefensa feminista que trabajen las agresiones que se dan por el componente en común de la violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo. Lo hacen a partir del cuestionamiento a uno de los estereotipos de género más arraigados, el de que las mujeres no podemos ser violentas, nos toca ser recatadas; seguir este patrón de socialización nos dificulta la capacidad de defendernos de las violencias que sufrimos.

Asimismo, estos grupos contemplan una parte de entrenamiento de tu cuerpo físico, el aprendizaje de diferentes tácticas, a la vez que, fortalecen el sentido de unión entre iguales para hacer frente a las agresiones. Se desarrollan en espacios “no mixtos”; la autodefensa feminista es una actividad realizada exclusivamente por y para mujeres.

A nivel institucional, existen cada vez más mecanismos para poder defenderte una vez la agresión ya ocurrió. El principal mecanismo jurídico es la denuncia, que puede ser presentada directamente en las Dependencias Policiales (Mossos d’Esquadra), en la Guardia Urbana, directamente en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer o, en su caso, en el Juzgado de Guardia.

También se puede denunciar la violencia a través y en contacto de colectivos o asociaciones que además de la denuncia personal pueden asesorarte en buscar el apoyo colectivo y una eventual denuncia pública. Aquí puedes mirar un listado de asociaciones y colectivos con esta finalidad.

Si necesitas asesoramiento psicológico o jurídico, o bien quieres pedir un acompañamiento integral en tu proceso de recuperación, en Cataluña puedes ponerte en contacto con servicios de la Red de atención y recuperación integral a las mujeres que sufren violencia machista. Existen diferentes recursos para afrontar estas situaciones y es importante saber cuáles son para que cada una elija lo que en ese momento le vaya mejor.

– EQUIPO SIEMPREVIVAS