“América Latina va a ser toda feminista”. Este fue el grito de las compañeras argentinas el último 8 de Agosto (#8A), cuando millones de mujeres marcharon con un pañuelo verde en la mano, en el rostro o en el cuello por la legalización del aborto. El pañuelazo tenía el objetivo de exigir a los senadores argentinos que aprobasen el Proyecto de Ley sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que recibió media sanción de los diputados el pasado 14 de junio. En Argentina, y en muchos otros lugares del mundo, los abortos realizados en la clandestinidad han sido la principal causa de muerte materna en los últimos 30 años.
Las movilizaciones corrieron por todo el mundo, principalmente por América Latina bajo los hashtags #AbortoLegalYa y #gritoglobal. Fue una marea verde protagonizada por miles de mujeres feministas de a pie, primordialmente, que con el mismo pañuelo verde tomaron las calles y diferentes espacios de sus países para manifestarse y apoyar a la lucha de las mujeres argentinas por conseguir la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. El ánimo era festivo y esperanzador.
Las convocatorias de feministas en España fueron igualmente contundentes, extendidas por la Embajada Argentina en Madrid, en el consulado de Argentina en Cádiz, en la Fuente de Canaletas en Barcelona, en la Plaza de la Constitución en Málaga, en la Plaza de la Candelaria en Tenerife, en la Plaza de Banimaclet de Valencia y en la Plaza del Ayuntamiento en Alicante.
Sin embargo, tras un intenso y largo debate, el senado argentino le dijo no al proyecto que buscaba despenalizar el aborto hasta el cumplimiento de la semana 14 de gestación. La votación concluyó con 31 votos a favor, 38 en contra y dos abstenciones, de un total de 72 escaños.
Más allá del resultado de la votación, es importante resaltar que, en tiempos en los que en el mundo se han reproducido graves amenazas a la democracia y a los derechos de las mujeres, esta masa vestida con pañuelo verde motorizó la posibilidad de una experiencia verdaderamente democrática y feminista que quedará plasmada para siempre en la historia de Argentina y del mundo.
La definición en el Senado no altera el crecimiento y la capacidad del movimiento, que sigue unido y organizado, pues como ya se puede oír o leer en todos los medios de comunicación y medias sociales: “Si no es hoy, será mañana”.
¡Desde SiempreVivas damos todo nuesto apoyo a las hermanas argentinas!