Hoy en día todas utilizamos las llamadas nuevas tecnologías; whatsapp, twitter, instagram o facebook, entre otras. Redes sociales que en su día se crearon para poder facilitarnos nuestra comunicación, se han convertido en un canal más donde se reproducen las desigualdades de género que se dan en la sociedad.
El machismo existente en internet es doblemente peligroso, pues se puede llevar a cabo de forma anónima y sin llegar a tener ningún tipo de repercusión. Este tipo de violencia tiene un impacto psicológico y en la salud de las mujeres que la sufren, que resulta devastador.
Amnistía internacional publicaba un estudio en el que se registra que más de la mitad de las mujeres que han sido acosadas virtualmente, con posterioridad han padecido estrés, ansiedad, ataques de pánico y problemas para dormir, entre otros síntomas.
Según Donestech, la violencia machista on-line tiene como objetivos insultar, avergonzar y minar la autoestima de las mujeres, como el ciberacoso por razón de género o el calificar de puta “slut-shaming” en comentarios on-line. Así mismo, estas agresiones también se pueden presentar como, por ejemplo, publicación de imágenes comprometidas, reales o montajes fotográficos, con la finalidad de apabullar a la víctima y humillarla en su entorno de conocidos. Crear un perfil falso con el objetivo de publicar confesiones de acontecimientos personales o demandas sexuales, o hacer circular rumores donde presentan el comportamiento de la víctima como algo reprochable, son algunos de los métodos que utilizan para atacar. Por consiguiente, comprobamos cómo la violencia de género encuentra otro medio para poder manifestarse.
Así que, observamos como los ataques tecnológicos se convierten en una violencia más ejercida sobre las mujeres. Éstos se dirigen, casi en su totalidad, a nosotras. Atacando sobretodo a mujeres que tienen la capacidad de generar cambios; feministas, periodistas, políticas, deportistas y artistas, entre otras.
Es indispensable que continuemos formando parte del mundo digital, lamentablemente también debemos protegernos. En estos 2 links (Herramientas de seguridad y Kit Contra les violències masclistes on-line) podéis conocer algunas medidas que os pueden ayudar minimizar los riesgos y a seguir manifestándoos por Internet de forma más segura.
La violencia machista adapta nuevos modos de expresión y es labor de todos y todas denunciarla. Es necesario que seamos propietarias del espacio digital que nos pertenece, siendo visibles también en este ámbito.