En los últimos meses, hubo un aumento significativo en las preguntas recibidas en nuestra página web sobre la posibilidad de “retirada” de denuncias por violencia machista. Esto hace que nos replanteemos qué está ocurriendo y si realmente se están realizando intervenciones útiles para con las mujeres.   

Las denuncias son una estrategia para hacer frente a las violencias machistas que tienen unos efectos legales concretos y que, en muchas ocasiones, pueden facilitar múltiples caminos libres de violencias, aunque sean procesos complejos sujetos a violencias institucionales por falta de perspectiva de género del poder judicial y de las personas implicadas en particular.   

Pero, para que estas estrategias devengan efectivas, es importante que, al denunciar, se tenga en consideración el momento y la fase en la que se encuentra la mujer en relación al proceso de liberación y recuperación de la situación de violencia. Considerando que estos procesos ya son largos y complicados, si a la vez se reciben presiones externas para denunciar, se desconoce el proceso, los efectos que tiene una denuncia, o no se tiene en cuenta el propio momento vital, se puede agravar el impacto psicológico en las mujeres, se incrementa el sentimiento de soledad y desamparo y provoca de nuevo una victimización y efectos perjudiciales en el proceso de liberación y recuperación.

Además, cuenta que las relaciones de violencia machista se dan en un marco social (patriarcado) que las sostiene y las refuerza. Por lo que, creemos que es importante que el abordaje para hacer frente a estas situaciones sea integral y con perspectiva de género, que sitúe a la mujer en el centro, y pueda acceder, si así lo desea, a un acompañamiento psicosocial de servicios especializados y que a su vez ofrezca a las mujeres espacios seguros en los que puedan compartir sus inquietudes y sus miedos.

Dejamos aquí un petit guion para las personas que conocen mujeres víctimas de violencia machista y que quieren hacer algo para ayudarla: