¿Sabías que existen servicios 24 horas de atención a mujeres víctimas de violencia sexual y que funcionan los 365 días del año?
Aquí te explicamos de qué se trata.
El Centro de Atención Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual presta servicios psicológicos, de orientación, apoyo, asistencia y defensa jurídica a mujeres mayores de edad que han sufrido violencia sexual.
De momento, están en funcionamiento dos de estos centros de atención integral en todo el país, uno en Asturias y otro en Madrid, pero se prevé que en 2023 estén abiertos al menos 50. Esta ruta de atención es parte del plan «España te protege (III) – creación de servicios de atención integral 24 horas a víctimas de violencia sexual» que se recoge en el artículo 33 de la nueva Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual (BOE-A-2022-14630, nº215).
Con la creación de estos centros de atención integral, las mujeres podrán recibir acompañamiento e información telefónica, telemática y presencial, funcionarán mañana, tarde y noche. Además, no será necesaria la interposición de una denuncia para facilitar la atención e intervención en el caso, es decir, el acceso será universal. Lo cual significa que no se pedirá empadronamiento ni permiso de residencia, cualquier mujer que esté siendo víctima podrá acudir a estos recursos, sin importar la edad, que haya denunciado o no los hechos o el tiempo en que sufrió la violencia.
Estos centros de atención inmediata, como de emergencia y en crisis, han sido creados y diseñados para las mujeres, incluyen la perspectiva de género y de derechos humanos con el propósito de convertirse en lugares seguros. Garantizando que las mujeres que asistan sean escuchadas, asesoradas y acompañadas sin ser cuestionadas, donde se contribuya en su proceso de recuperación. Espacios que contarán también con servicios de traducción e interpretación: incluidos servicios de lengua de signos, subtitulación, interpretes, así como otro personal de apoyo para la comunicación.
Tener un lugar a donde ir, que mayoritariamente sea atendido por mujeres –psicólogas, psiquiatras, trabajadoras y educadoras sociales, pedagogas y juristas–, permite el diálogo desde la confianza y la protección, para hacer frente a la violencia sexual y posibilitando, además, espacios de transformación social y comunitaria para crear conciencia.